Windows 8 es muy bonito, se supone que ahora es más fácil de usar, y se supone que es muchas cosas, pero la realidad es que el cambio desde Windows 7 (o desde Vista o desde el aún más antiguo XP) a Windows 8 es un tanto drástico. Metro, a pesar de ser una interfaz fácil de usar, no es necesariamente el sistema más intuitivo, sobre todo para quienes están acostumbrados a la tradicional interfaz de Windows que podrían tener problemas para entender el concepto Metro/Desktop.
Por esto, te damos algunos consejos prácticos para quienes decidan actualizar su Windows 7 (o comprar un equipo con Windows y no desesperar en el intento.
#1 No trates de entender el estilo moderno
Ya sea Desktop o Laptop, Windows 8 por defecto te presentará la nueva interfaz gráfica llamada “moderna” o “Metro”, que a grandes rasgos son un montón de cuadritos organizados como si fuera la pantalla de un smartphone o una tableta. Para hacer una comparación, la pantalla estilo moderno viene a reemplazar al menú de inicio tradicional, que desaparece del sistema operativo. De este modo, en la interfaz moderna encontraremos lo que antes estaba en el menú: Acceso a aplicaciones, carpetas y otros archivos.
El comportamiento de Metro está pensado para ser amigable con los dedos, es decir, para funcionar en un tablet. Esto no es malo, de hecho, si no eres un “power user” es mejor usar Metro que utilizar el escritorio regular.
Desde Metro puedes acceder a aplicaciones simples sin necesidad de entrar al escritorio, puedes ver tus películas, escuchar tu música, ver tu correo, ver tus redes sociales, navegar por internet, revisar las condiciones del tiempo, ver mapas, jugar, hacer compras en la tienda de Microsoft y en general, usar todo lo que sea entretenimiento.
Si necesitas pasar al “modo productividad” y quieres usar el escritorio tradicional, basta con presionar el recuadro que dice “Desktop” (escritorio) y listo, podrás usar Windows 8 como si fuera Windows 7, pero, en caso de que por alguna razón alguien borre ese recuadro, basta con desplazar tu mouse hacia donde solía estar botón de inicio y “voilá” aparecerá una pestaña de búsqueda.
#2 Ten en mente las esquinas
Cuando mueves el puntero del mouse a una de las cuatro esquinas de la pantalla, o bien lo pegas hacia el lado derecho de la pantalla (mientras estás en Metro) algo mágico puede ocurrir.
De tu lado derecho está la tan buscada barra de tareas (los llamados “charms”) de Windows 8, desde ahí puedes cambiar los ajustes de Windows, configurar el brillo de la pantalla, iniciar una búsqueda, contectarte a WiFi, etc.
Puedes hacer muchísimas cosas, pero creo que la más importante de todas y la que más busca la gente, es que puedes apagar tu computadora desde ahí, solo basta con que hagas clic en el botón de settings (configuración) y después en power (energía). Una manera más fácil de llegar a este mismo menú es presionando en el teclado la tecla Windows+i.
Las esquinas por su parte tienen otras funciones que remplazan la barra de tareas tradicional, la esquina izquierda inferior te manda directo al desktop y la esquina superior del mismo lado te muestra las aplicaciones que estas usando.
Las esquinas por su parte tienen otras funciones que remplazan la barra de tareas tradicional, la esquina izquierda inferior te manda directo al desktop y la esquina superior del mismo lado te muestra las aplicaciones que estas usando.
#3 Personaliza Metro
No tengas miedo de experimentar, borra recuadros, agrega recuadros, hazlos más grandes, hazlos más chicos, agrúpalos a tu gusto; métete a la tienda y descarga aplicaciones, por un momento trata de olvidar el viejo escritorio y trata de acostumbrarte a la nueva experiencia, no hay nada malo que puedas hacer ahí.
Ten en cuenta que muchas de las funciones de Metro están pensadas para hacer tu vida en línea más fácil, si tienes correo de Outlook (antes Hotmail), si tienes cuenta de Messenger, de Xbox Live, Flickr, Facebook, todo eso, procura configurarlas, así podrás disfrutar desde el primer día las ventajas de esta nueva interfaz.
#4 Crea diferentes cuentas de usuario
Si la computadora donde va a estar instalado Windows 8 va a ser compartida, es muy recomendable que cada usuario tenga su propia cuenta, de esta forma cada uno tendrá su propia configuración personalizada y no habrá ninguna necesidad de estar borrando o agregando nombres de usuario y contraseñas a los diferentes servicios. Por el contrario, al ingresar con tu propia cuenta de Windows 8, el sistema automáticamente cargará toda tu información y preferencias para que reanudes tu sesión como si nada hubiera pasado.
Otra de las ventajas de crear tu usuario en una máquina con Windows 8 es que puedes sincronizar parte de tu trabajo y datos personales en todos tus equipos, por ejemplo, si tomas una foto y la transfieres a la memoria de tu tableta, al sincronizar el contenido esta foto se enviará por SkyDrive a tus otros equipos (Laptop, Smartphone) así cuando llegues a casa o saques el teléfono de tu bolsillo, tendrás el mismo contenido.
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