Hasta hace una década, la llegada de un nuevo sistema operativo Windows era todo un acontecimiento. No sólo para los usuarios, sino también para la compañía, pues el éxito o el fracaso era algo que no pasaba inadvertido. Un ejemplo claro fue Windows XP, lanzado en 2001 y que hasta el día de hoy sigue vigente en una porción no despreciable de computadores. Su sucesor, Windows Vista, resultó todo lo contrario, y se sintió. Y a pesar de haber recuperado gran parte del terreno con Windows 7 -lanzado en 2009- el escenario actual de la tecnología es especial. Se vive la llamada era “post PC”, donde teléfonos y tabletas están tomando el lugar antes dominado por el computador de escritorio.
Es por eso que Windows 8, la última versión del sistema operativo de Microsoft, es el primero de la compañía que fue diseñado pensando en tabletas y pantallas táctiles, los formatos que hoy dominan el mercado. A poco menos de una semana de su lanzamiento mundial, el 26 de octubre, probamos qué tan bien corre en una tableta, el formato en el que debuta este año y en el que parece haber basado gran parte de su experiencia, a costa de sus clásicos usuarios de computador de escritorio.
1 Versiones
Lo que Microsoft lanzará este viernes serán, en realidad, dos versiones: Windows 8 y Windows RT. Ambos son básicamente lo mismo, sólo que la versión RT está hecha para equipos portátiles de bajo consumo y no posee el modo de escritorio clásico de Windows, sólo la parte táctil. Para esta prueba usamos la versión completa para ver cómo funcionaba, además, en el modo de escritorio.
Lo primero que uno nota al iniciar una tableta con Windows 8 es lo extremadamente rápida que es. La partida en un equipo promedio no toma más de tres segundos entre que se presiona el botón de inicio y la partida del equipo.
Si la tableta tiene más de un usuario, la pantalla de inicio los mostrará, lo que nos lleva al primer gran cambio del sistema operativo: para usar Window 8 se requiere de una cuenta en alguno de los servicios de Microsoft, tales como Hotmail, Live o Outlook.
Con esto, Microsoft se une a la tendencia las cuentas unificadas, ya características de las plataformas de Android (Google) y iOS (Apple) y que se usan para activar los equipo o hacer compras, pero que no son incompatibles con otras cuentas.
Así, por ejemplo, si bien tuve que crear una cuenta de usuario en Outlook para identificarme en la tableta, una vez dentro del sistema podía mandar y recibir mis correos desde Gmail sin ningún problema. Tal como ocurre en los teléfonos Windows Phone, la gran inspiración de este sistema.
2 Servicios incluidos
En su pantalla de inicio Windows 8 incorpora una serie de íconos llamados “tiles” que representan cada una de las aplicaciones que tiene el equipo.
Dentro de las que vienen por defecto está Mail, un cliente de correo que permite tener más de una cuenta simultánea, aunque su uso es bastante confuso. Por ejemplo, nunca queda claro cómo volver a la lista de correos cuando se escribe un mail. Y la navegación para buscar archivos adjuntos también es compleja si no se guardan en carpetas específicas.
Otra aplicación se llama Contacts, en la que aparecen todos los contactos vinculados a las cuentas de usuario, ya sea Twitter, Facebook, LinkedIn o correos electrónicos. La gracia de esta aplicación es que el sistema avisa automáticamente cuando uno es mencionado en alguna de las redes, además de poder postear desde allí a cualquiera de ellas. Un punto a favor.
Otra grata sorpresa es la inclusión por defecto de Skydrive, el disco duro virtual de la compañía. Son 25 GB gratis que se unen a la capacidad con la que viene la tableta.
El sistema viene además con un calendario para organizarse, una aplicación de mapas (por lejos es mejor Google Maps), una para escuchar música, otra para ver videos, el clima, noticias, en fin, la mayoría de las informaciones que uno requiere en el día a día. Todas hacen uso de internet para mejorar su funcionamiento. En “Fotos”, por ejemplo, se puede ver una galería de las imágenes del dispositivo, pero también de las que están en Facebook, Flick o el propio Skydrive. En ese sentido, la pantalla de inicio cumple la función de mantenerse conectada y actualizándose en tiempo real, sin tener que abrir ninguna aplicación. ¿Pero qué pasa si queremos expandirlo?
3 Aplicaciones
Una innovación clave de esta versión de Windows es que la mayoría de sus aplicaciones se bajarán desde Windows Store, tal como la App Store, de iOS o la Play Store, de Android. Si bien la versión de prueba no cuenta con todo el mercado de aplicaciones que estará disponible, ya se ven importantes ausencias.
No hay aplicaciones oficiales de Twitter, ni Facebook, ni YouTube ni Instagram o cualquiera de las redes sociales que ahora mueven internet. Puede que lleguen, pero lanzar un nuevo sistema sin ellas puede ser un gran error. Un ejemplo: la aplicación oficial de Twitter permite seguir usuarios o retuitear, mientras que incorporada por defecto en Windows 8, sólo postear o responder un tuit.
Pese a lo anterior, permite dividir la pantalla para correr dos aplicaciones a la vez, algo que no se ve en otras tabletas y que sirve para, por ejemplo, tener el correo abierto y ver una película a la vez, o Twitter con un navegador web.
La cantidad de las aplicaciones será un problema inicial, pero si con el tiempo logra ir sumando apoyo, el equipo no tendrá nada que envidiarle al resto.
Me parece que Windows 8 cumple con la función de ser un sistema diferente a los demás y que funciona sin mayores complicaciones en una tableta. Pero preocupa el hecho de que la pantalla de inicio sea obligatoria para todos, incluso para quienes usarán un PC. Estos últimos usualmente quieren ingresar inmediatamente al modo escritorio, por lo que podrían agotarse con este sistema pensado mas bien para dispositvos táctiles.
Windows 8 es, sin duda, un riesgo, pero de resultar probablemente termine por comenzar el verdadero fin de la era PC, esa que hizo precisamente brillar a Windows por más de dos décadas.
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